miércoles, 27 de marzo de 2013

Un inocente muere injustamente

Esta es una meditación para el día de Viernes Santo.
Si se está en grupo, se puede dejar un tiempo de meditación y luego poner en común.
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Un inocente muere condenado injustamente 

El Calvario se sigue repitiendo.

Después de pasadas tantas épocas de la Historia de las Civilizaciones, seguimos despertando cada mañana con un nuevo horror…

Tal vez nos hemos vuelto adictos a nuestra ración diaria de guerras, hambres y violaciones, torturas y escándalos…

La guerra, el hambre, la injusticia … se suceden. Y los hombres se empeñan, nos empeñamos, en seguir plantando cruces por todos los rincones…

Al celebrar la muerte de Jesús, Nuestro Señor, celebramos que hay quien apuesta por un proyecto distinto, el del Padre; que hay quien es capaz de ponerse de parte de los débiles, de los oprimidos, de los que sufren hasta llegar a dar la propia vida por defender y recuperar para todos la dignidad de hijos de Dios,.

Jesús muere por oponerse al sistema injusto establecido, por proclamar un nuevo orden de cosas, por inconformista, por ser coherente con el proyecto que fue descubriendo cada día: la Voluntad del Padre.

La Cruz es el signo del amor de Jesús. Incapaz de permanecer indiferente ante el dolor, la opresión y la marginación de muchos, toma partido por ellos, asume su causa y se deja matar por los poderes de opresión y odio de la tierra. Su entrega diaria a los que le necesitan le lleva irremisiblemente a dar la vida toda, “porque habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo…”.

La Cruz es el lugar de encuentro privilegiado de Dios con el hombre. “En la Cruz estaba Dios reconciliando el mundo consigo”. Más allá de todos los escapismos y de todos los pecados, en la Cruz está la muerte de todo lo egoísta, viejo y caduco y la afirmación de un futuro en plenitud. Dios Padre acoge la entrega de su Hijo y la de todos los crucificados de la historia y no permitirá que el fracaso y la injusticia tengan la última palabra.

En la cruz han sido aniquilados todos los desencantos, y desde ella se vislumbra que la vida está llena de semillas de esperanza.

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